Para la última parte de nuestros experimentos tuvimos que ir a un tianguis ubicado a unas cuadras de la casa de una de nuestras compañeras, dónde compramos otros dos monederos, después nos reunimos en el centro comercial Antea dónde una de nuestras compañeras pasó hablando por teléfono y buscando cosas en su bolsa entre un grupo de personas, ella dejo caer el monedero, teniendo de frente a dos señores; el grupo de personas entre las que ella pasó solo observaron pero se siguieron sin decirle nada y los dos señores que presenciaron todo, caminaron en dirección al monedero y uno de ellos lo tomó, lo guardó en su bolsa del pantalón y muy felices se metieron a una de las tiendas de ese centro comercial. 

 

Para el segundo experimento dos de las compañeras caminaron por el área de comida y dejaron caer el monedero frente a las personas que comían ahí, de todas las mesas que se encontraban ocupadas, solo un señor que se encontraba con su hija pequeña, grito “se les cayó”, por consiguiente las jovencitas se regresaron, levantaron su monedero y le agradecieron al señor que les avisara. 

 

Para el tercer experimento una de las compañeras caminó frente al pasillo donde se encuentra la tienda departamental “nutrisa” ya que como era jueves de 2x1 muchas personas se encontraban formadas esperando entrar, al pasar frente a toda la fila dejó el monedero caer y aunque todos observaron solo una señora mayor fue la que se acercó a levantarlo y se lo entregó a la jovencita.

 

Para el cuarto experimento una de las compañeras caminó en uno de los pasillos de la plaza y dejo caer el monedero frente a una señora que iba con su hija de aproximadamente unos 25 años, la señora levanto el monedero, lo abrió y muy emocionada sacó lo que contenía el monedero, extendió los billetes y al ver que eran de juguete la sonrisa que acababa de expresar hace unos segundos se borró de su rostro, leyó la nota y muy desconcertada le dio un codazo a su hija, acto seguido su hija lee la nota y se ríe de su madre, la señora guarda el monedero apenada y se van.  

 

En esta zona obtuvimos la mitad de éxito ya que dos no, nos lo regresaron y eso a pesar de que este es un lugar considerado clase alta por el nivel socioeconómico en que se encuentran las personas que asisten ha dicho establecimiento, con los resultados obtenidos pudimos determinar que no fue lo que esperábamos.